Los dientes de los conejos
Los conejos no son roedores, aunque nos lleven a confusión esos grandes y fuertes dientes que hacen que habitualmente se les confunda de familia. Los conejos pertenecen a los mamíferos lagomorfos. Pero, como en los roedores, los dientes de estos peludos animales son una parte importante y delicada de su anatomía a la que hay que prestar especial atención para que podamos disfrutar de nuestra pequeña mascota por muchos años.
¿Cómo es la boca de un conejo?
La boca del conejo está formada por dos
tipos de dientes: los incisivos y los dientes de carrillo (molares y
premolares).
Es difícil verles los dientes porque su boca es muy
pequeña y no les gusta demasiado que les hurguemos. Por eso es muy importante
que regularmente los llevemos al veterinario para que les hagan una revisión
completa.
Los conejos tienen 6 incisivos (inferiores, superiores y
posteriores), 6 premolares y 6 molares. Entre los incisivos que están al
comienzo de la boca y los demás hay un gran espacio llamado diastema.
Los dientes de los conejos tienen una peculiaridad que les diferencia
del resto de animales y es que no paran de crecer durante toda su
vida (crecen de 2 a 3 milímetros por semana).
Piensa que los incisivos encajan uno delante del otro, si las muelas
están muy altas, los incisivos crecerán más hasta que puedan encajar uno
delante del otro. En el espacio que queda entre los dos pares de incisivos es
donde se corta la comida y con la lengua se empuja hacia atrás para masticarla
en las muelas. Es por eso que parece que la mandíbula les baile hacia los lados
y parezcan tan graciosos.
¿Por
qué es tan importante la boca?
La boca, al albergar los dientes, se convierte en uno de los templos de
la salud del conejo. Los dientes nunca paran de crecer y que el
secreto de que estén sanos es que los desgasten: a través de la buena
alimentación y de juguetes.
Si los primeros no se desgastan como corresponde, el animal no puede
cerrar bien la boca o incluso puede sufrir la perforación de los labios. En el
caso de que el sobrecrecimiento se desarrolle en el segundo grupo, las
consecuencias serán la descolocación de la mandíbula, las llagas y los
abscesos.
Entre los conejos que viven en casa, es habitual una enfermedad
llamada maloclusión dental, que consiste en un crecimiento excesivo de los
dientes (tanto incisivos como molares) que puede provocarles infecciones,
heridas o un desplazamiento hacia arriba e interno que les produzca un intenso
dolor que llevará a que dejen de comer.
La
maloclusión por problemas en los dientes de conejo
Se trata del problema dental más habitual en los lagomorfos debido
a sus dientes ‘especiales’ de crecimiento continuo.
La maloclusión de los dientes es un problema importante, ya que
necesitará de cirugía en la mayoría de casos. ¿Qué es la maloclusión? Pues
justamente que la mandíbula no encaja bien, ya sea porque los dientes crecen
torcidos, porque no se desgastan lo suficiente (producto quizá de una mala
alimentación) o porque hay «puntas» en las muelas. Imagina que
tienes un pico de un diente que se te clava en la encía o la lengua, ¿qué
dolor, no ?
Existen varios factores que pueden influir en la aparición de este
problema:
Dietas deficientes de heno
El heno es la base de la alimentación del conejo. Pero no solo a nivel
nutricional, sino también porque le permite roer y desgastar los dientes.
Traumatismos
Si el animal sufre una fractura o una luxación en la mandíbula, puede
que no coma como corresponde y, por ende, sus dientes sigan creciendo.
Infecciones
Son más habituales de lo que uno cree y pueden estar causadas por falta
de higiene en la jaula o la ingesta de algún alimento en mal estado.
Herencia
Por ejemplo, la maloclusión es un problema común en los conejos enanos,
e incluso se considera un defecto congénito.
Otras causas
Los tumores en la zona de la boca o cabeza pueden alterar el crecimiento
de los dientes o bien cambiar los hábitos del animal. Además, en
conejos con ceguera o enfermedades sistémicas hay más posibilidades de que
padezcan maloclusión debido a sus modificaciones al alimentarse.
¿Cómo
ayudarles a tener unos dientes sanos?
No debe faltarle ningún día es el heno (acuérdate que sólo el
heno es lo que hace que desgaste los dientes). Es muy beneficioso porque al
morder las hebras, él mismo lima sus muelas. Los hay de muchas variedades:
natural, con manzanilla, con diente de león, pétalos de rosa. Prueba hasta que
encuentres el que más le gusta porque debe suponer el 80% de su dieta
diaria.
Si el conejo tiene problemas en las muelas a pesar de alimentarse correctamente (¡claro que puede pasar!), algunos veterinarios también recomiendan darles para morder algunos «juguetes» que les cueste más morder, tales como corteza de sauce o palos de algún árbol que sea óptimo.
De vez en cuando, te aconsejamos que eches un vistazo a la boca del conejo. Si notas que sus dientes están más crecidos de la cuenta, ve directo a la consulta con un profesional.
Curiosidades:
Dado que tienen los ojos a los lados de la cara y su vista no es frontal, tienen un punto ciego justo entre su nariz y la barbilla. Por eso tienen bigotitos y los labios sensibles, así pueden encontrar bien la comida.Si algún día tienes que darle medicina a tu conejito, seguro que se la darás por la parte del diastema. Diastema es la parte que hay entre los incisivos y los premolares. En esa área no hay ningún diente con lo cual facilita mucho cuando tenemos que hacerles tomar la medicina o la papilla a través de una jeringuilla, por ejemplo.
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